La rentabilidad del reciclaje del plástico ya no es una quimera
En IFAT, afirmó que la industria del reciclaje debía empezar a obtener beneficios. ¿No está ya haciéndolo?
Volker Rehrmann: Efectivamente. Las cosas están empezando a mejorar. Hasta ahora el reciclaje no ha sido una actividad rentable: los precios del plástico virgen eran inferiores a los del material reciclado, por lo que este no tenía valor de mercado. Ahora, tras la aplicación de nuevas leyes y políticas, el mercado es mucho más atractivo. Y lo que ha hecho cambiar para que ahora los procesos actuales de reciclaje sean rentables es el hecho de que ahora el consumidor apoya el consumo sostenible, tanto desde el punto de vista moral como desde el económico.
La responsabilidad recae en quien aprueba las leyes. ¿Le parece suficiente?
Volker Rehrmann: Los objetivos tanto de reciclaje como de contenido reciclado son cada vez más ambiciosos. Los propietarios de las grandes marcas se han comprometido a cumplir estos objetivos y a tomarse en serio las demandas de los consumidores. Lo que sigue faltando, y debería actuarse rápido en este sentido, es disponer de la capacidad adecuada para lograr un reciclaje de la máxima calidad. Debe ponerse aún más énfasis en la clasificación eficaz y en la expansión de instalaciones de clasificación mecánica avanzada. Por decirlo de otra forma: necesitamos ya una infraestructura adecuada para que este nuevo mercado pueda prosperar.
Los polímeros suponen un reto para los ecologistas. ¿En qué medida depende de la tecnología un reciclaje rentable y respetuoso con el medio ambiente?
¿Son, entonces, la recogida y la clasificación las dos cuestiones clave en el reciclaje de plástico?
Volker Rehrmann: Así es. Para mejorar el reciclaje de plástico debemos introducir estrategias holísticas a escala. En colaboración con la consultora medioambiental EUNOMIA, hemos desarrollado un modelo que utiliza tecnología ya existente para maximizar la recogida de material. Este modelo, llamado Holistic Resource Systems (Sistemas holísticos de recursos), incluye sistema de devolución de depósitos, recogida selectiva para algunos materiales concretos, así como la clasificación de los residuos recogidos indiferenciados.
¿Puede contarnos algo más del Holistic Resource Systems?
Volker Rehrmann: El primer pilar de este concepto son los sistemas de devolución de depósitos (SDDR), que está comprobado que es la solución más eficaz para la recogida de envases de bebida, con una tasa media de recogida del 94 %. En Alemania, las tasas de recogida son incluso mayores: 98 %. Además de para reducir los residuos, este sistema es indispensable para cumplir la directiva europea relativa a plásticos de un solo uso, que entró en vigor el 1 de julio de 2021. En los próximos años vamos a ver cómo estos sistemas empiezan a utilizarse por toda Europa para cumplir esta directiva.
El segundo pilar es la separación en origen de ciertos materiales: orgánico, textil, chatarra electrónica, papel y vidrio (si no se recoge mediante el SDDR). Esta separación permite reducir al máximo impurezas en los residuos indiferenciados y mantener la integridad de los materiales de forma que puedan reciclarse y reutilizarse.
El tercer pilar es la auténtica mina de oro. Solo en Alemania, casi el 40 % de envases acaba en los residuos indiferenciados: el contenedor gris. Por lo general, el valor comercial de este material se pierde, al acabar incinerado, lo que significa que se está causando un perjuicio doble: en principio, estamos quemando combustible y evitando reconvertir los plásticos reciclados en materia prima de nuevo para producir más plástico.
¿Está seguro de que una mejor clasificación de los residuos acabaría con el problema del reciclaje del plástico?
Volker Rehrmann: Una mejor clasificación de residuos es importante y necesaria, pero solo es una de las medidas necesarias. En primer lugar, se debe mejorar la forma en que se recoge el material, para que luego pueda clasificarse de forma eficiente. Y, por supuesto, solo se puede clasificar el material hasta donde él mismo permita. Tenemos que lidiar con demasiada frecuencia con envases fabricados a partir de distintos polímeros. Por ejemplo, muchas de las botellas de bebida del supermercado están recubiertas de un film retráctil. Cuantos más polímeros compongan un producto, más difícil es clasificarlo y reciclarlo. Por ello, los fabricantes deben diseñar sus productos teniendo en cuenta su reciclabilidad.
Entonces, ¿la responsabilidad recae en los fabricantes de envases?
Volker Rehrmann: Para lograr material reciclado de la misma calidad que el material virgen se debe invertir también en una mejor limpieza, un proceso llamado "Superlimpieza", y en extrusión. Una mejor clasificación no solventa por sí sola los retos actuales.
¿Qué papel juega la tecnología de clasificación avanzada en el reciclaje del plástico?
Volker Rehrmann: Siempre hemos trabajado con Inteligencia Artificial (IA) para lograr resultados muy buenos. Sin embargo, ahora estamos examinándolo y expandiéndolo a aplicaciones complicadas mediante el uso del Deep Learning. Esta tecnología permite que los sensores tomen decisiones de clasificación según la forma y la textura de cada objeto. Sus resultados son muy prometedores para la industria de gestión de residuos porque ofrece un mayor nivel de detalle en el proceso de clasificación.
¿Podrían sus clasificadoras recuperar el plástico de los residuos indiferenciados si la recogida se realizase en un mismo contenedor?
Volker Rehrmann: En general, para lograr mejores resultados debería optimizarse el sistema dual existente, muy eficaz. Pero esto lleva su tiempo, y debería complementarse con la clasificación de residuos procedentes de la recogida indiferenciada (RSU) para evitar que se pierda material. Además, como he dicho antes, incluso en aquellas regiones que ya cuentan con un sistema dual, es mucho el plástico que no se tira al contenedor amarillo, ya que no es un envase y puede no ser evidente en qué contenedor debe depositarse. Es aquí donde la clasificación de residuos restantes puede ayudar. Donde no exista ningún sistema, como el sistema dual, recomendamos analizar el que haya en el país y definir la estrategia más eficaz para la gestión holística de los recursos.
Uno de los problemas de la recogida de material reciclable son los bloques de viviendas en que, dada la falta de control, los residuos suelen tirarse sin separar. ¿Se le ocurre alguna forma de acabar con este problema?
Volker Rehrmann: Ese es un ejemplo estupendo de una situación en la que la clasificación de residuos indiferenciados hace maravillas. De hecho, a medida que las megaciudades sean algo más habitual, la clasificación de RSU irá adquiriendo más importancia.
En Noruega, TOMRA ya está probando la clasificación de residuos indiferenciados con gran éxito, incluso en el caso del plástico. ¿Puede ser este el modelo a seguir por Alemania?
Volker Rehrmann: En realidad esas pruebas no son de TOMRA. Son varios municipios, incluidos esos de Noruega, Suecia y hasta Grecia, entre otros, los que decidieron establecer procesos individuales para recuperar materiales valorizables de los residuos domésticos. TOMRA, simplemente, fue la empresa que escogieron para hacerlo realidad. Los resultados de estas pruebas muestran que se pueden recuperar y redirigir al reciclaje materiales valorizables que, de otra forma, se habrían perdido, incinerados, o habrían acabado en el vertedero.
¿Puede darnos información más concreta?
Volker Rehrmann: Dos plantas de Noruega (IVAR y ROAF) están en 1.er y 2.º puesto en cuanto a cantidad de plástico recuperado de entre todos los municipios del país. Además, algunas de las zonas que han añadido RSU a su gestión de residuos han aumentado en más de un 100 % la cantidad de envases que recogen. Róterdam, en Países Bajos, multiplicó por 12 esa cantidad, muy probablemente porque en esa zona hay muchas comunidades de viviendas y, hasta ahora, gran parte del material se perdía.
Desde el punto de vista de TOMRA, ¿qué pueden hacer municipios y empresas de gestión de residuos para mejorar la recogida del plástico?
Volker Rehrmann: Estamos viendo que las tasas de recogida en modelos con recogida selectiva están llegando a su tope. Aunque confiamos en que las campañas educativas pueden mejorar la situación, es muy probable que no sea suficiente para lograr un cambio. La clasificación de residuos indiferenciados es lo único que puede lograr este cambio y captar más materiales reciclables.
Volviendo a la pregunta inicial: ¿Qué soluciones ofrece TOMRA para mejorar los resultados del reciclaje del plástico?
Volker Rehrmann: Por un lado, nuestra tecnología. Por otro, nuestra estrategia colaborativa. Trabajamos a lo largo de toda la cadena de valor del plástico para detectar e implementar lo antes posible soluciones eficaces. Esta forma de colaboración es relativamente nueva, pero somos conscientes de que, si queremos acelerar la transición hacia una economía circular, todos debemos poner nuestro granito de arena. Un buen ejemplo de ello es nuestra planta de demostración de reciclaje mecánico avanzado de Lahnstein, Alemania. En ella, pudimos trabajar codo con codo con nuestros colaboradores para aunar tecnología ya existente y experiencia de cada uno, y producir material reciclable de alta calidad tanto a partir de residuos separados como del RSU. Y la calidad de ambos tipos de residuos es exactamente la misma. Esto significa que, independientemente del origen de los residuos, podemos producir justo lo que el mercado necesita. Eso ya es una realidad.
Entrevista publicada en exclusiva en el número de octubre de Entsorga.