Interecycling S.A. confía en el FINDER™ con NIR de TOMRA para la separación de RAEE
Interecycling, S.A. confía en TOMRA Recycling para su nueva línea de separación de metales y plásticos. La integración de un FINDER™ y un FINDER™ con sensor NIR permitió a la planta aumentar su eficiencia mediante la separación precisa de metales y plásticos para su posterior recuperación.
El sector del reciclaje ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, debido principalmente al aumento de la demanda de material reciclable como materia prima así como por las exigencias a nivel de legislación que internacionalmente están impulsando procesos que permitan lograr una economía circular. Por este motivo, cada vez existe una mayor necesidad de reciclar y valorizar los distintos componentes.
Tal y como nos indica Eduardo Morán, Area Sales Manager Iberia de TOMRA: “Se percibe un creciente interés por parte del sector en contar con tecnologías de separación basadas en sensores que ayuden a maximizar los beneficios y a cumplir con los requisitos actuales y futuros. La tendencia es evidente y las regulaciones serán cada vez más exigentes. Por lo tanto, confiamos en que la tecnología de TOMRA ayudará a cumplir con la legislación y las nuevas normativas tanto a nivel local como a nivel europeo”, afirma.
El Grupo Marcovil, fundado en 1987, y con una innovadora tecnología en el campo de la ingeniería mecánica, desarrolla, fabrica e instala máquinas y soluciones “llave en mano” que fomentan la economía circular. Sus desarrollos logran una correcta separación de residuos y valorización de materias primas secundarias. Interecycling, empresa portuguesa asociada al Grupo Marcovil, está, por su parte, especializada en el reciclaje de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos.
Recurrió a TOMRA con el objetivo de adquirir tecnología que lograse una mayor eficiencia en su línea de reciclaje de RAEEs llevando a cabo una correcta separación automatizada de metales y polímeros.
“TOMRA, desde su fundación en los años 70, es conocida por su fuerte capacidad tecnológica, lo que se traduce en una amplia gama de máquinas y soluciones industriales de alta fiabilidad y precisión, sometidas a un continuo proceso de mejora e innovación. Por este motivo, nos decantamos por los equipos de TOMRA Recycling”, manifiesta Bruno Silva, Representante de Ventas del Grupo Marcovil. “Tanto el FINDER 2400 como el FINDER 1800 con NIR logran recuperaciones que impresionan tanto por su capacidad de producción como por su alto porcentaje de material valorizable recuperado, prácticamente imposibles de obtener recurriendo a otras soluciones en el mercado. De este modo, logramos obtener metales y plásticos de una calidad excepcional. Además, los equipos cuentan con una ventaja adicional: evitan tener que enviar grandes cantidades de material a vertedero con lo que ello conlleva tanto a nivel económico como mediomabiental“, continúa.
Eduardo Morán añade: “La ventaja principal del uso de estos equipos es, sin duda, poder separar de forma automática los diferentes componentes de RAEEs, reduciendo drásticamente la ineficiencia que supone realizar dicha separación manualmente. Además, se logran reducir significativamente los costes en personal y se aumenta de forma exponencial la producción (t/h), así como la recuperación de metales y polímeros valorizables con el beneficio económico que ello conlleva”.
“TOMRA es sinónimo de calidad y fiabilidad, y cuenta con un equipo serio y muy profesional. Asimismo, su servicio técnico postventa es muy eficiente. Esperamos que esta asociación sea duradera e incluir pronto a TOMRA en nuevos proyectos de Marcovil”, afirma Bruno Silva.
Soluciones específicas para necesidades concretas
Interecycling recurrió a TOMRA por la necesidad de procesar 4t/h de material RAEE. “Actualmente gracias al FINDER y al FINDER con NIR alcanzamos las 6 t/h” afirma orgulloso Bruno Silva.
Querían, además, valorizar tanto la fracción metálica como la fracción plástica, con especial interés en recuperar placas de circuito impreso y cables de cobre, debido a su alto valor en el mercado. Esto se ha logrado gracias a los avanzados sensores que equipan el FINDER y FINDER con NIR de TOMRA.
El proceso comienza con el FINDER 2400, que separa los metales obteniendo un concentrado de metales y una fracción de plásticos libre de metales. Esta fracción de metales es posteriormente procesada por el FINDER 1800 con NIR, que separa las placas de circuito impreso (tarjetas electrónicas) y, en un segundo paso por máquina, es capaz de generar también una fracción de cables. Debido a la combinación de diferentes sensores el equipo identifica los plásticos visibles por tipo de polímero así como diferentes tipos de fracciones metálicas (como placas, cables o inoxidable), perfeccionando el proceso.
Por su parte, el FINDER 1800 con NIR es un FINDER (con su sensor electromagnético EM3 junto con IOR y SUPPIXX), al que se le añade además un sensor NIR (Infrarrojo cercano) para la identificación de polímeros visibles. El sensor NIR permite así separar, por tipo de polímero, los plásticos visibles que componen los RAEEs así como las PCI y cables que son materiales que están compuestos de metal+polímero y que requieren de ambos sensores (NIR-EM3) para su correcta identificación.
TOMRA, cerca del cliente en tiempos complicados
Gracias al servicio técnico local de TOMRA en Portugal, las restricciones de movimientos decretadas por la crisis sanitaria del COVID-19 no han logrado retrasar el proyecto.“En TOMRA estamos cerca del cliente e, incluso en estos difíciles momentos, hemos sido capaces de ofrecer un excelente servicio, poner en marcha y optimizar los equipos, para que el cliente pueda trabajar con cierta normalidad en tiempos de pandemia”, afirma Eduardo Morán.
“Aunque el coronavirus ha conllevado desafíos que, por el teletrabajo, han podido mermar la productividad no cerramos en ningún momento la empresa, mostrando siempre un fuerte compromiso con los clientes, proveedores y socios”, asegura Bruno Silva.
Por su parte, David Nogueira, del Servicio Técnico de TOMRA en Portugal, explica cómo lo lograron: “Aunque Portugal ha tenido muchas restricciones, conseguimos optimizar el tiempo de instalación de ambos equipos. Comenzamos con una revisión de la situación de la planta e invertimos una semana en el montaje de las máquinas. Además, realizamos los tests y los ajustes correspondientes en las dos unidades para maximizar la pureza y lograr que la fracción de plásticos no tuviera metal”.