La directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso allana el camino hacia un modelo más progresivo y circular para el reciclaje de plásticos

Tom Eng, vicepresidente senior y director de TOMRA Recycling, presenta los componentes principales de la Directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso. Además, destaca cómo puede contribuir la clasificación por sensores en el cambio hacia una economía más circular para los plásticos.

El año 2021 está demostrando ser importante en materia de legislaciones de residuos plásticos. Así, ya han entrado en vigor desde los primeros meses las enmiendas del Convenio de Basilea, la decisión de China de prohibir las importaciones de residuos sólidos y el Pacto Verde europeo, que prohíbe el envío de residuos plásticos sin clasificar a países extranjeros.

La directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso allana el camino hacia un modelo más progresivo y circular para el reciclaje de plásticos

La siguiente norma importante sobre residuos plásticos que entrará en vigor en todos los Estados miembros de la UE es la prohibición de los plásticos de un solo uso. La Directiva sobre plásticos de un solo uso (SUPD, Single Use Plastic Directive) de la UE se aprobó en octubre de 2019 y cada Estado miembro tiene hasta el 3 de julio de 2021 para adoptar todos los aspectos de la Directiva en la legislación nacional.

La Directiva es una pieza legislativa de gran alcance que tiene como objetivo abordar la contaminación marina por plásticos reduciendo el consumo de este material. Para lograrlo, se implementarán varias acciones: introducir medidas de concienciación; incentivar la recogida de envases de plástico de bebidas para su reciclaje; 


establecer objetivos para que los fabricantes utilicen más contenido reciclado en los productos nuevos; imponer obligaciones de gestión de residuos y limpieza para los productores; y, por último, prohibir por completo algunos artículos de plástico de un solo uso para los que existen alternativas.

Además, la legislación exigirá a los Estados miembros de la UE que se aseguren de que los fabricantes, productores, minoristas, importadores y vendedores cumplen estas medidas.

Fomento de alternativas sostenibles a los artículos de plástico de un solo uso

A partir del 3 de julio se prohibirán los diez artículos de plástico de un solo uso más comunes en las playas europeas y, en su lugar, se fomentarán alternativas sostenibles. Los diez artículos son: bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas, agitadores, globos, palos para globos, envases de alimentos, vasos y envases de bebidas, colillas, bolsas de plástico, paquetes, envoltorios, toallitas húmedas y artículos sanitarios. Se estima que estos artículos, junto con los equipos de pesca, representan el 70% de toda la basura marina de la UE aunque haya alternativas disponibles en el mercado.
 

Marcado de productos

En virtud del artículo 7 (requisitos de marcado) de la nueva Directiva, algunos productos de plástico de un solo uso deberán ir marcados en el envase o en el propio producto. Estos productos son los artículos sanitarios, las toallitas húmedas, los productos del tabaco con filtro, los filtros comercializados para su uso con productos del tabaco y los vasos para bebidas. El objetivo del marcado es informar a los consumidores de la presencia de plástico en los productos, desaconsejar la eliminación inadecuada de los residuos y destacar el impacto negativo de la basura.

Objetivos de los envases de plástico

La nueva Directiva también incluye (en el artículo 9 - Recogida selectiva) nuevos y ambiciosos objetivos de recogida y reciclaje establecidos por la Comisión Europea. Entre ellos, se incluye una recogida selectiva para el reciclado del 77% de las botellas de plástico para 2025 que aumentará hasta el 90% en 2029. 


Asimismo, y en virtud del artículo 6 - Requisitos del producto, una incorporación del 25% de contenido reciclado en las botellas de bebidas a partir de 2025 y del 30% en todas las botellas de plástico para bebidas a partir de 2030.

Para alcanzar estos objetivos, los operadores de las plantas tendrán que poner en marcha sistemas que puedan aumentar la pureza y el rendimiento de los plásticos reciclados hasta un nivel adecuado para poder reutilizarlos en los envases de bebidas. Y aquí es donde entra en juego la clasificación por sensores: los avances en la tecnología de clasificación automatizada están haciendo posible obtener polímeros de flujo individual con una pureza muy alta para reutilizarse en envases de alimentos y bebidas. Estos niveles de pureza son muy superiores a los que se consiguen con cualquier otra técnica de clasificación.

Al mismo tiempo, se considera que, para alcanzar los objetivos fijados para la producción y recogida de envases de plástico de bebidas, será imprescindible la introducción generalizada de los sistemas de devolución y retorno (DRS por sus siglas en inglés). De hecho, se ha demostrado que estos sistemas para los envases de bebidas de PET son capaces de lograr una tasa de devolución superior al 90%.

TOMRA se encuentra en una posición única, ya que no sólo cuenta con TOMRA Recycling, una empresa dedicada a diseñar y fabricar tecnologías de clasificación por sensores para la industria mundial del reciclaje y la gestión de residuos. También cuenta con TOMRA Collection Solutions, líder mundial en el suministro de equipos para sistemas de devolución y retorno. Ofrecer esta solución completa para el reciclaje de plásticos nos diferencia de otros en el mercado y nos sitúa en una posición ideal para apoyar a los clientes a través de la introducción de la Directiva sobre plásticos de un solo uso y otros desarrollos legislativos.

Nuestro mensaje es claro: siempre que se cuente con la legislación y con la infraestructura de recogida adecuadas y, sobre todo, con la tecnología de clasificación correcta, será posible cumplir los objetivos establecidos en la Directiva, tanto para la recogida de botellas de plástico como para la incorporación de contenido reciclado en las nuevas botellas de bebidas. Damos una calurosa bienvenida a esta nueva Directiva, ya que contribuirá en gran medida a avanzar hacia un modelo de producción más circular. Un modelo que refleja la ética de TOMRA.