Elementos clave de los sistemas de devolución de depósitos de alto rendimiento:

N.º 9 - Objetivos de contenido reciclado

En esta serie de artículos de System Spotlight, TOMRA hace un análisis profundo de las prácticas recomendadas para los sistemas de devolución de depósitos de envases de alto rendimiento.

La contaminación por plásticos en los océanos, los costes de gestión de los residuos y los objetivos obligatorios de recogida hacen que cada vez más gobiernos den prioridad a la gestión sostenible de los recursos. Una política que se está debatiendo activamente es la idea de dar un valor a los residuos para motivar a la población a recogerlos para su reciclaje. Se trata de un planteamiento especialmente popular para los artículos que se suelen tirar a los océanos y los ensucian, como los envases de bebidas. Los sistemas de devolución de depósitos de envases (o «depósitos de botellas») suman un depósito al envase aparte del precio de la bebida, que se reembolsa cuando el consumidor lo devuelve para su reciclaje. Varios estados o países se han comprometido a actualizar los sistemas de depósito o a desarrollar sistemas nuevos.

En esta serie de artículos en desarrollo y en su artículo técnico, «Recompensar el reciclaje: Aprendizaje de los sistemas de retorno de depósitos de mayor rendimiento del mundo», TOMRA explora las prácticas recomendadas que separan a los líderes en sistemas de devolución de depósitos de los rezagados. 

Elemento clave n.º 9: Objetivos de contenido de reciclado

Tal y como ha declarado TOMRA en su Guía para la recuperación de recursos, desvincular el crecimiento económico de la extracción de los recursos es un reto fundamental para los organismos reguladores hoy en día. La Fundación Ellen MacArthur señala que si «todos los embalajes de plástico se reciclaran en aplicaciones de menor calidad, los "sectores de alta calidad", como el de los los embalajes, seguirían dependiendo de la introducción continua de materiales vírgenes (por ejemplo, petróleo)». 

Gráfico que muestra los valores de las materias primas de EE. UU.

Aumenta la presión sobre los fabricantes de bebidas (y sobre todos los fabricantes de bienes de consumo) para que reduzcan la huella medioambiental de sus envases. Muchos han respondido estableciendo objetivos ambiciosos para utilizar más PET reciclado (rPET). Sin embargo, a las marcas les ha resultado difícil cumplir esa promesa. 

En 2020, Coca-Cola afirmó que utiliza un 9,7 % de contenido reciclado posconsumo como parte de su volumen total global de embalajes de plástico, una cantidad calculada en peso. PepsiCo usó un 4 % y Nestlé un 2 %. 

Parte del desafío se reduce a los costes. En ocasiones, la volatilidad del mercado hace que el rPET alimentario cueste más que el PET virgen, lo que sitúa a la opción sostenible en desventaja en cuanto a costes. Por ejemplo, en enero de 2018, el precio del PET reciclado de calidad alimentaria era un 7 % más barato que el del PET virgen, pero a mediados de 2020, era aproximadamente un 35 % más caro (véase el diagrama).

Otro obstáculo es la falta de suministro de material reciclado de alta calidad para la producción de nuevos envases de bebidas. Jon Woods, General Manager de Coca-Cola Gran Bretaña, afirmó: «Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector actualmente es que no hay suficiente plástico reciclado de grado alimentario disponible en el Reino Unido para pasar al 100 % de rPET en toda nuestra gama. Debe producirse plástico reciclado de mayor calidad, por lo que es vital que recojamos más botellas de forma eficiente y evitar que terminen siendo residuos».

Para que los fabricantes de bebidas estadounidenses alcancen un mínimo del 50 % de contenido de PET reciclado, por ejemplo, la National Association of PET Container Resources (EE. UU.) ha calculado que la tasa de reciclaje de las botellas de PET debería aumentar más del 70 %, frente al 29 % de 2019.

«El reciclaje de plásticos necesita un entorno de polímeros vírgenes de alto precio para ser económicamente viable de forma independiente», afirma la empresa de investigación S&P Global. Cuando el plástico reciclado sea más caro, los productores se verán presionados para optar por la opción más barata del PET virgen. Mientras que algunos grandes productores de bebidas (especialmente los que han hecho compromisos públicos de sostenibilidad) podrán seguir comprando rPET (hasta cierto punto), las marcas más pequeñas con menos exposición pública podrán pasarse al virgen. De hecho, ha quedado documentado que algunos productores que han recurrido al PET virgen, incluso tras haber prometido fabricar botellas con más contenido reciclado.

El valor de mercado impredecible de los plásticos vírgenes crea riesgos para quienes valoran la inversión en la mejora de la recogida, el procesado y el reciclaje final de los residuos de plástico. Para impulsar realmente una economía circular, es vital contar con marcos políticos e instrumentos reguladores bien diseñados. Pew Charitable Trusts, que publicó un estudio histórico en 2020 sobre las medidas necesarias para reducir significativamente la contaminación por plásticos en los océanos, reconoció la menor demanda de materiales reciclables. Se recomendó «obligar el uso de contenido de reciclado para aumentar la demanda de materiales secundarios».

Steve Alexander, CEO de la Association of Plastic Recyclers (APR), añadió que las exigencias de contenido reciclado son un «paso crítico hacia adelante» que «monetiza todo el sistema de gestión de residuos».


Imagen de botellas en un círculo


También hay que tener en cuenta el efecto dominó sobre la energía. Todas las vías de descarbonización ponen de manifiesto la necesidad de cambiar a fuentes de energía bajas en carbono y reducir la demanda de energía. Al incrementar el uso de contenido reciclado, la sociedad reducirá el consumo de energía relacionado con la extracción de materias primas y la producción de envases desde cero.

Por este motivo, es tan importante la recogida, clasificación y tratamiento de los materiales para su reciclaje, de forma que su calidad permita su reutilización una y otra vez.

Los sistemas de depósito, devolución y retorno están diseñados exclusivamente para ofrecer un gran suministro de material limpio y de alta calidad para cumplir con estos requisitos de contenido reciclado. Esto se debe en gran medida al bajo riesgo de contaminación, es decir, de que otros materiales contaminen el flujo de material y reduzcan así su calidad. Por ejemplo, en EE. UU., las balas posconsumo de PET recogidas y procesadas a través de un sistema de retorno de depósitos tienen un valor aproximadamente un 40 % mayor que el PET recogido en un programa puerta a puerta.*

En el marco de un sistema de depósito, el establecimiento de los mínimos de contenido reciclado, como la necesidad de fabricar botellas de PET con un 30 % de contenido reciclado para 2030 en el caso de la Directiva sobre plásticos de un solo uso de la UE, ofrece otra ventaja: el ahorro en los costes. Si se establecen requisitos de contenido reciclado, se indicaría a los mercados que la demanda de material reciclado es constante, lo que debería estabilizar su valor. Los analistas de S&P sugieren que las promesas voluntarias de los fabricantes de bebidas para el uso de contenido reciclado ya han ayudado a estabilizar el valor de mercado del rPET de grado alimentario, aunque no se garantiza la continuación de las inversiones en esta escala.

Dado que la mayoría de los sistemas de depósito permiten a los administradores del sistema central financiados por los productores utilizar la venta del material recogido como una fuente de ingresos, este precio estabilizado apoyaría la rentabilidad general del sistema de depósito y, al mismo tiempo, animaría a los productores a desacoplar el crecimiento económico de la extracción de recursos.

Imagen de botellas de plástico

System Spotlight

Unión Europea: 
La Directiva sobre plásticos de un solo uso de la UE se diseñó para detectar los objetos que más se tiran en las playas europeas, como parte de los esfuerzos por reducir la contaminación por plásticos de los océanos. Para incentivar la recogida y el reciclaje de recursos plásticos valiosos, la legislación estableció normas de contenido reciclado para los envases de plástico de bebidas, fijando un objetivo del 25 % de contenido reciclado para las botellas de PET de aquí a 2025 y del 30 % para todas las botellas de plástico de aquí a 2030. La Directiva también exige un objetivo del 90 % para la recogida por separado de botellas de plástico para 2029.

California (EE. UU.): 
Al firmar la ley de contenido reciclado más ambiciosa del mundo para envases de bebidas hasta la fecha, el gobernador Newsom declaró: «California lleva mucho tiempo siendo líder en el desarrollo de soluciones valientes en el ámbito climático y los pasos que tomamos hoy nos acercan a nuestras metas ambiciosas».

La ley exige que los envases de plástico para bebidas sujetos a un depósito («Valor de devolución de California») incluyan un 15 % de contenido de material reciclado para 2022, un 25 % para 2025 y un 50 % para 2030. El estado ya había establecido requisitos mínimos de contenido reciclado para los envases de vidrio, embalajes de plástico rígido, prensa, bolsas de basura y otros productos.

Nueva Gales del Sur (Australia): 
La inversión en plantas de clasificación y reciclaje de PET conlleva un riesgo significativo, debido en gran medida a la ausencia de seguridad sobre los volúmenes de material de entrada y al precio de mercado volátil del rPET descrito anteriormente. Para reducir el riesgo que conlleva una inversión de este tipo, Asahi, productor de bebidas de Nueva Gales del Sur, y Pact, productor de embalajes, se comprometieron a adquirir una cierta cantidad de granzas de PET de grado alimentario y copos de PET lavados en caliente, en caso de que se desarrollara una planta. 

Con la garantía de contar con un cliente, Asahi, Pact y la empresa de gestión de residuos Cleanaway formaron una empresa conjunta, Circular Plastics Australia, para coinvertir en una planta de peletizado de plástico que generara contenido de reciclado de alta calidad. El gobierno de Nueva Gales del Sur también ofreció una subvención y el operador de la red del sistema de depósitos, TOMRA Cleanaway, un acuerdo de suministro a largo plazo. 

Este acuerdo garantiza al operador de la red un cliente para los materiales plásticos recogidos a través del sistema de depósito, a Circular Plastics Australia la materia prima para su planta de clasificación y la venta del producto clasificado y a Asahi y Pact el acceso a un recurso escaso que ayuda a las empresas a cumplir sus compromisos de sostenibilidad. 

Se espera que la planta aumente la cantidad de PET reciclado de origen local y que pase de 30 000 toneladas a 50 000 al año. Se alimentará parcialmente con energía solar y creará 300 puestos de trabajo directos e indirectos en su construcción.

* RecyclingMarkets.net recoge datos de valor de mercado del PET embalado procedente de flujos de depósito entre un 58 % y un 93 % superiores a los del PET embalado procedente de flujos sin depósito. Estos datos hacen referencia al PET procedente de flujos de depósito frente a los procedentes de flujos sin depósito en el noreste de EE. UU., de enero a junio de 2020. Susan Collins, del Container Recycling Institute, comentó que esta cifra es más alta de lo normal debido a la situación desencadenada por la COVID-19 y que el PET procedente de flujos con depósito suele ser un 40 % mayor.