TOMRA afirma que los residuos son un concepto obsoleto

El anuncio del Día de la Deuda Ecológica destaca la necesidad de una economía circular para la sostenibilidad de los recursos

Recoger, fabricar y desechar: este modelo de economía lineal de desarrollo y desecho de los recursos y productos del mundo se ha acelerado durante los últimos 40 años. En una economía lineal, los recursos se desechan y tratan como residuos, aunque sean de alto valor y puedan tener fácilmente una segunda, tercera o múltiples vidas.

No es de extrañar que el Día de la Deuda Ecológica, que marca el día en que la demanda de recursos naturales va más allá de la capacidad anual de la Tierra para generarlos, se adelante cada año más. En 2019, el mundo llegó al Día de la Deuda Ecológica el 29 de julio. Este viernes, en el Día Mundial del Medio Ambiente, se anunció que en 2020 el Día de la Deuda Ecológica se retrasaría hasta el 22 de agosto, aunque esto se atribuyó a la pandemia global y no a los verdaderos pasos hacia la sostenibilidad de los recursos globales. ¿De qué planeta proceden exactamente los recursos de la sociedad durante el resto del año?

Aunque el plástico se ha convertido en un símbolo de la eliminación de residuos en la sociedad actual, la mayoría de los plásticos son altamente reciclables y son un recurso que puede volver a la producción de más productos. Pero, en este momento, cada año se pierden entre 80 y 120.000 millones de dólares en materiales plásticos. Por ejemplo, alrededor del 40% de los embalajes de plástico van a vertederos y el 32% termina en la naturaleza como basura , y 8 millones de toneladas de contaminación plástica entran en los océanos cada año. Esto significa que se deben extraer aún más recursos vírgenes y se debe utilizar más energía para obtener esos recursos vírgenes.

Plásticos a mano

Contrarrestar este desarrollo debe ser una prioridad en la agenda medioambiental global para mantener el planeta para las generaciones futuras. Con capacidad limitada para generar nuevos recursos, el mundo debe recurrir a los recursos que ya tiene... y decidir cómo aprovecharlos al máximo para lograr una mayor sostenibildiad, mantener su valor y calidad, y mantenerlos en un ciclo de reutilización continua de recursos.

El concepto de fin de vida útil de los recursos ya no es una opción. Retroceder desde una mentalidad de un solo uso, y alinearse con la reducción y los modelos de reutilización de una economía circular, es primordial. Volker Rehrmann, director de TOMRA Circular Economy y de TOMRA Recycling/Mining, y Kristine Berg, Circular Economy Advisor de TOMRA, son claros defensores de esta transformación. «En TOMRA sabemos que los residuos son un concepto obsoleto y que son recursos para algo nuevo», comenta Kristine Berg.

Estos dos equipos proporcionan información sobre el problema actual de los recursos, enfatizando el cambio necesario a una economía circular a todas las escalas, y la presión de los consumidores sobre las marcas para ser más sostenibles. Destacan modelos de reutilización ya existentes, como la tecnología de clasificación de residuos automatizada de TOMRA que desvía material reciclable de los residuos domésticos, que de otro modo habrían sido destinados a vertederos. Los sistemas de vending inverso de TOMRA permiten la devolución de envases de bebidas usados para su reciclaje, como parte de los sistemas de devolución de depósitos en los que los consumidores recuperan un depósito para sus envases de bebidas vacíos. «Cuando reciclas, mantienes el valor y la calidad del material. Es un hermoso ejemplo de la economía circular, porque literalmente enseña a la gente el valor de los residuos de una manera muy concreta», afirma Kristine Berg.

Volker Rehrmann, Head of Circular Economy and Recycling/Mining, y Kristine Berg, Circular Economy Advisor de TOMRA

La economía circular busca cambiar la fecha del Día de la Deuda Ecológica. «La madre Tierra puede generar hasta un límite, y estamos consumiendo mucho más. Antes o después, nuestros recursos desaparecerán. Esto ocurrirá si no cambiamos a una economía circular en la que reutilicemos nuestros limitados recursos», predice Volker Rehrmann. «Todo lo que hacemos en TOMRA está dirigido a proteger los recursos y ayudar al mundo a reciclar. Esta transición o cambio hacia una economía circular, hacia negocios más sostenibles, no solo proviene de empresas que se han dado cuenta y lo han visto. Este impulso viene también de los consumidores, que están empujando a sus marcas a ser más sostenibles. Tienen expectativas de las empresas a las que compran».

Solo podremos cerrar el círculo cuando todas las partes interesadas trabajen juntas. TOMRA, como parte integral de la cadena de valor de reutilización de residuos, se encuentra entre los líderes de esta transformación. A través de sus soluciones basadas en sensores, TOMRA promueve una economía circular mediante sistemas de clasificación y recogida que optimizan la recuperación de recursos y reducen al mínimo los residuos en las industrias alimentaria, de reciclaje y minera. TOMRA mantiene un compromiso adicional con la economía circular al unirse a The Alliance to End Plastic Waste, que se esfuerza por eliminar los residuos de plástico de nuestro medio ambiente.

Cuando los residuos se tratan como un recurso y se tratan en consecuencia, como la recogida y la clasificación según factores como el color y los materiales, mediante tecnologías como la clasificación basada en sensores, pueden generar materiales de alta pureza y calidad. Ya sean residuos de plástico, metálicos, papel o electrónicos, estos materiales pueden volver a introducirse en el circuito. Las soluciones de TOMRA se pueden utilizar para distintos usos y flujos de residuos.

«Ese es uno de los mayores desafíos, que la gente se dé cuenta y entienda que no podemos continuar así. Tenemos que diseñar nuestros productos de forma diferente. Tenemos que diseñarlos para lograr un mundo circular que permita su reciclaje sencillo», añade Volker Rehrmann.

La sociedad debe dejar de ver el plástico como un residuo y, en lugar de ello, considerarlo un recurso y una posibilidad. Juntos debemos asumir el reto de inculcar en la población mundial una mentalidad en la que los materiales como el plástico se vean y traten como reutilizables y valiosos.