El futuro del mar

Cómo puede combatir la economía oceánica la contaminación por plásticos

La sociedad es cada vez más consciente de los peligros a los que se enfrentan nuestros océanos, y el nuevo informe Foresight Future of the Sea del gobierno del Reino Unido pone en primer plano la crisis de contaminación por plástico en los océanos.

Según el informe, el plástico representa alrededor del 70 % de la basura en el océano y la cantidad se triplicará entre 2015 y 2025. El resultado a largo plazo de esto es que para 2050 el océano contendrá más plástico por peso que peces, lo que significa un mayor riesgo para las criaturas marinas, la biodiversidad marina y la contaminación en las playas.

Esta crisis también tiene repercusiones económicas y sociales, ya que afecta a muchos ámbitos de la actividad humana, desde la cadena alimentaria y la economía mundial hasta el empleo y el comercio.

Las innovaciones científicas y tecnológicas lideradas por empresas y gobiernos con visión de futuro son la clave para evitar esta catástrofe. Los autores de The Foresight Future of the Sea destacan el papel que desempeñará esta «economía oceánica» a la hora de ayudarnos a comprender y resolver problemas a largo plazo que afectan al mar.

Puesta de sol en el océano

¿Qué es la economía oceánica?

La economía oceánica engloba a todas las organizaciones y empresas que operan directa o indirectamente en el entorno marino, desde el transporte marítimo y la pesca hasta las granjas de energía renovable en alta mar y el reciclaje de plásticos.

Se prevé que este valor económico se duplique a 3 billones de dólares para 2030, según el informe Foresight Future of the Sea, gran parte de lo cual se debe a la necesidad de comprender y resolver los problemas a los que se enfrentan los océanos.

Entre las muchas innovaciones que podrían revolucionar la economía oceánica se encuentran los buques autónomos, que ofrecen una oportunidad sin precedentes para explorar e investigar zonas de aguas profundas y otras tecnologías emergentes como la minería de aguas profundas. Innovaciones como estas están creando una nueva generación de actividad económica, toda ella invertida en los océanos. Sin embargo, cuando se trata de reducir la contaminación por plásticos de los océanos, las innovaciones más eficaces podrían aplicarse en tierra. Después de todo, prevenir es mejor que curar. El informe afirma que «la principal respuesta a la contaminación por plásticos en los océanos es probable que resida en evitar que entre en el mar».

Cómo reducir la contaminación por plásticos en los océanos

Quizás la forma más eficaz de reducir la contaminación por plásticos en los océanos es evitar que lleguen al mar.

Parece sencillo, pero un increíble 32 % de los 78 millones de toneladas de embalajes de plástico que se producen anualmente se pierden en el entorno natural y construido. Solo el diez por ciento de este plástico se recicla y la mayoría de estos procesos de reciclaje (ocho por ciento) solo reciclan el plástico en aplicaciones de menor valor. No es exactamente la economía circular que buscamos.

Tenemos que invertir estas cifras: reciclar más plástico y de forma más eficaz. En TOMRA creemos en un planteamiento doble que optimice tanto la recogida como la clasificación de los plásticos

En primer lugar, el reto es aumentar las tasas de reciclaje entre los consumidores, lo que se puede lograr utilizando sistemas de depósito de envases y máquinas de vending inverso. Para un reciclaje o reutilización eficaces de las botellas de plástico, así como de otros envases usados, como latas y botellas de vidrio, las máquinas de vending inverso proporcionan una recogida, clasificación y manipulación automatizadas.

Cuando estos equipos avanzados basados en sensores se sitúan cerca de comercios minoristas, como supermercados, las soluciones de recogida incentivan cambios enormes en la conducta de los consumidores. En Noruega, donde TOMRA fue pionera en el desarrollo de las primeras máquinas de vending inverso en 1972, las tasas de reciclaje de botellas de plástico son del 97 %, en comparación con el Reino Unido, donde solo se utiliza el reciclaje puerta a puerta y las tasas de reciclaje son del 57 %. Una vez recogidos, los recursos deben separarse de manera eficaz a través de una clasificación automatizada. La tecnología altamente avanzada de los centros de gestión de residuos puede clasificar con precisión varios tipos de residuos, garantizando la máxima producción posible a partir de materiales reciclables. La revolucionaria tecnología de TOMRA, como las clasificadoras Autosort, Combisense y X-Tract, desempeña un papel fundamental a la hora de optimizar la productividad de los recursos, sobre todo en la gestión de residuos y el reciclaje, donde la tecnología basada en sensores puede utilizarse para aumentar la precisión y agilizar los procesos.

El futuro del mar

Las previsiones actuales sobre el futuro del mar son de difícil lectura, pero no tienen por qué ser así. Para lograr el ambicioso objetivo de reducir y eliminar los residuos de plástico en los océanos, necesitamos aplicar planteamientos vanguardistas que traspasen las fronteras. Puede parecer contradictorio, pero una parte clave de la solución de la economía oceánica podría provenir de la tecnología de clasificación basada en sensores en tierra firme, en las entradas de los supermercados y en los centros de clasificación de reciclaje.

La visión de TOMRA es liderar la revolución de los recursos, replanteando la forma en que obtenemos, usamos, reutilizamos y optimizamos los recursos. Acogemos con satisfacción el informe Foresight Future of the Sea, los importantes mensajes que plantea sobre los retos a los que se enfrentan los residuos plásticos de los océanos y las oportunidades que esto presenta para la economía oceánica.