Mujeres sosteniendo vasos reutilizables

El siguiente capítulo del embalaje: El PPWR y el poder de la reutilización 

Los residuos de embalajes han sido un obstáculo importante en el camino hacia una economía circular, pero el nuevo Reglamento sobre embalajes y residuos de embalajes (PPWR) está destinado a cambiar esa situación. Al centrarse en la prevención y la reutilización, las máximas prioridades en la jerarquía de los residuos, el PPWR introduce objetivos cuantificables y normas armonizadas que podrían transformar la forma en que se diseñan y gestionan los embalajes en sectores como el comercio minorista y la comida para llevar. Echemos un vistazo más de cerca a lo que hay sobre la mesa.

Empezar por la prevención: menos es más

El PPWR establece objetivos claros de prevención de residuos para 2030, 2035 y 2040, obligando a los estados miembros (EM) a reducir los residuos de embalaje generados en sus respectivos territorios. Se trata de eliminar formatos de embalajes innecesarios y evitables que encontramos con frecuencia en nuestro día a día, como por ejemplo:

  • Botecitos de champú de los hoteles,
  • Sobres individuales de condimentos y
  • Bandejas o vasos de un solo uso para el consumo en el propio local, en cafeterías y establecimientos de comida rápida.

A partir del 1 de enero de 2030, estos artículos se retirarán progresivamente, marcando la transición hacia soluciones de embalaje más inteligentes y eficientes.

Objetivos de prevención y reutilización

El auge de la reutilización: sistemas que funcionan

La prevención es solo el principio. Para ir más allá, el PPWR da prioridad a la reutilización, un concepto que es más que simplemente reciclaje repetitivo. Esto significa que:

  • Reutilización significa que el embalaje está diseñado para ser utilizado varias veces con el mismo fin. Imagine un vaso de café que se utiliza una y otra vez, en lugar de ser desechado tras un solo uso. En los sistemas de reutilización, normalmente es el establecimiento o el minorista quien posee el embalaje.
  • El rellenado, por otro lado, permite a los consumidores traer su propio envase o utilizar uno proporcionado por el minorista para llenarlo repetidamente con productos.

Más allá de las acciones individuales, la reutilización depende de sistemas bien organizados. Estos incluyen sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) u otras estructuras con una organización, configuración técnica o modelo financiero claramente definidos. ¿El objetivo? Garantizar la recogida y reutilización eficiente de los embalajes entre los distintos participantes.

Por ejemplo, el ayuntamiento de Aarhus y TOMRA están llevando a cabo actualmente un proyecto piloto para sustituir los embalajes de un solo uso de comida para llevar por embalajes reutilizables, .mediante la creación de una infraestructura que pueda ser utilizada a nivel urbano. La ampliación de sistemas similares a otros formatos de embalaje podría generar resultados transformadores.

Armonización de las normas

Por primera vez, el PPWR introduce definiciones y normas armonizadas para sistemas de reutilización y embalajes. Estas normas abarcarán desde la gestión de los sistemas hasta los requisitos técnicos específicos para los distintos formatos de embalaje.

¿Por qué es importante la armonización? Simplifica el cumplimiento normativo para las empresas que operan en varios países, lo que favorece una adopción más rápida de las prácticas de reutilización.

Posteriormente se desarrollará legislación secundaria para definir aspectos fundamentales, como el número mínimo de ciclos que debe cumplir un envase para ser considerado reutilizable.

Comida para llevar y comercio minorista: una revolución de la reutilización

Las cafeterías, los restaurantes de comida rápida y los comercios minoristas están en el centro de la transición hacia la reutilización. Esto es lo que está cambiando:

  • A partir de 2030, las cafeterías y los restaurantes de comida rápida con más de 10 empleados deberán ofrecer vasos y recipientes reutilizables como parte de un sistema de reutilización. En el mismo año, el 10 % de los embalajes de comida para llevar deben ser reutilizables.
  • Todos los establecimientos deberán ofrecer a los consumidores la opción de rellenar sus propios envases, fomentando así una cultura del rellenado.
  • Los comercios minoristas con una superficie de venta superior a 400 m² deberán destinar el 10 % de su espacio a estaciones de rellenado para productos alimentarios y no alimentarios.

¿Qué supone esto para los consumidores? Estos cambios convertirán los sistemas de reutilización y rellenado en una parte habitual de la vida cotidiana, permitiendo a las personas optar por alternativas más sostenibles sin renunciar a la comodidad.

Visión general de la reutilización en el sector de la comida para llevar

Prevención y reutilización: una combinación ganadora

La conexión entre la reutilización, el rellenado y la prevención de residuos es evidente. Mediante la prohibición de embalajes prescindibles, el impulso de sistemas reutilizables y la armonización de las normas, el PPWR sienta una base sólida para alcanzar sus ambiciosos objetivos de prevención de residuos.

Se trata de una visión ambiciosa de la economía circular, que nos invita a reconsiderar no solo nuestras prácticas de embalaje, sino también nuestros hábitos de consumo. Ya sea prescindiendo de un vaso de café de un solo uso o eligiendo una estación de rellenado en la tienda, cada pequeño gesto nos acerca a un futuro con menos residuos y un uso más consciente de los recursos.


Para obtener más información sobre el PPWR, visite nuestro Centro de conocimiento.

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