malla de plástico arrastrada a la orilla

responsabilidad ampliada del productor

RESPONSABILIDAD AMPLIADA DEL PRODUCTOR (RAP): En el centro del control de la contaminación por plásticos

A medida que la contaminación por plásticos sigue aumentando, la responsabilidad ampliada del productor (RAP) se está convirtiendo en una herramienta normativa cada vez más importante para mitigar esta crisis. A través de la RAP, la logística operativa y los costes de la gestión de residuos recaen directamente sobre los productores, lo que crea un incentivo económico para que desarrollen y gestionen sus productos y embalajes de forma más sostenible. Es un instrumento esencial en la lucha contra la contaminación por plásticos y la razón por la cual TOMRA la ha incluido en sus Diez recomendaciones para el Tratado de las Naciones Unidas sobre la contaminación por plásticos: «Adoptar una legislación bien diseñada de la responsabilidad ampliada del productor (RAP) para los embalajes plásticos. La obligatoriedad de la RAP proporcionará un mecanismo de financiación sostenible a largo plazo para la inversión en infraestructuras con el fin de recoger, clasificar y reciclar residuos de plástico, así como para incentivar a los fabricantes a elegir y gestionar sus embalajes de forma más sostenible».

La RAP con estructuras tarifarias ecomoduladas es una parte esencial de un Tratado eficaz sobre la contaminación por plásticos, ya que puede incentivar la innovación y la inversión en el diseño sostenible de productos y embalajes priorizando la jerarquía de residuos: reducción, reutilización, clasificabilidad y reciclabilidad. Los gobiernos, a través de ambiciosos objetivos de RAP, pueden establecer un marco sólido para avanzar en la circularidad del plástico y la gestión de residuos responsable.

Programas de RAP exitosos para embalajes: sistemas de depósito, devolución y retorno

Los sistemas de depósito, devolución y retorno de envases son un tipo de programa de RAP y una práctica recomendada reconocida a nivel mundial para los envases de bebidas. Bajo este sistema, los consumidores pagan un pequeño depósito al comprar un envase de bebida, que se les reembolsa cuando devuelven el envase vacío a un punto de recogida designado, normalmente el propio establecimiento. Este proceso otorga valor a los residuo al asociarles un depósito que incentiva la devolución. Demostrado por el notable éxito de la tasa de recogida del 98 % de Alemania, los sistemas de depósito, devolución y retorno regulados logran sistemáticamente tasas de recogida superiores al 90 %. Es importante destacar que estos sistemas son versátiles, ya que gestionan de manera eficaz tanto los envases de bebidas de un solo uso como los rellenables.

Por esta razón, TOMRA recomienda adoptar una legislación sobre sistemas de depósito, devolución y retorno bien diseñada para envases de bebidas, combinada con un objetivo de recogida selectiva del 90 %». Un programa de RAP bien regulado y con cobertura total de los costes, como un sistema de depósito, devolución y retorno, es una herramienta sumamente importante para el Tratado, ya que permitirá reducir la cantidad de plástico que acaba en la naturaleza, dado que aproximadamente el 20 - 25 % de los objetos encontrados durante la limpieza de playas están relacionados con los envases de bebidas. Además de mitigar el impacto medioambiental, este sistema promueve activamente la circularidad, ya que ofrece un potencial demostrado de reciclaje de botella a botella del 80 %. Asimismo, el programa tiene un impacto positivo en la implicación y motivación de los recogedores informales de residuos, pues permite reforzar su contribución multifacética a la gestión de residuos sostenible.

Optimización de la implementación de RAP para embalajes de consumo

La introducción de un sistema de depósito, devolución y retorno para envases de bebidas durante la implementación inicial de la RAP para embalajes ofrece ventajas claras. Los envases de bebidas funcionan de forma independiente dentro de una cadena de valor separada, eludiendo la dependencia de los sistemas de gestión de residuos urbanos. Esta autonomía contrasta con otros tipos de embalajes de plástico, donde los sistemas eficientes de RAP dependen de la colaboración con los sistemas más amplios de gestión de residuos sólidos urbanos.

Tradicionalmente, los municipios gestionan tareas generales de residuos como la recogida, clasificación para reciclaje, procesamiento, disposición y limpieza. Para un rendimiento y una rentabilidad óptimos, es crucial contar con una estrategia integral de gestión de residuos que incluya los residuos de plástico. Los productores de embalajes de plástico deben asumir la responsabilidad de cumplir con los objetivos de RAP y cubrir los costes asociados a la gestión sostenible de los embalajes al final de su vida útil.

Esencial para el éxito es alinear los objetivos y requisitos para la gestión de residuos sólidos urbanos con los objetivos de RAP. La RAP para embalajes de plástico debe integrarse a la perfección en el marco más amplio de RAP para embalajes de todos los materiales. Dicha integración reduce el riesgo de consecuencias no deseadas y contribuye a garantizar una transición justa. También ofrece la oportunidad de involucrar y apoyar a los recogedores de residuos informales, reconociendo su papel fundamental en el ecosistema de gestión de residuos.

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Ampliación del alcance de los productos cubiertos por la RAP

La implantación de programas de RAP bien diseñados para el sector textil representa un paso importante para impulsar el cambio hacia una cadena de valor textil más circular y, tal como se indica en las recomendaciones de TOMRA para el Tratado de las Naciones Unidas sobre la contaminación por plásticos, «para permitir la ampliación de la infraestructura de recogida, clasificación, reutilización y reciclaje de textiles y acelerar la transición hacia una economía circular en este sector».

La industria textil es el cuarto mayor consumidor de materias primas vírgenes y agua en la UE, y genera alrededor de 6 millones de toneladas de residuos de textiles postconsumo al año, una cantidad que se espera que alcance los 7,2 millones de toneladas en 2035. Los programas de RAP ofrecen una solución prometedora a este problema creciente, al incentivar a los productores a transformar sus procesos de diseño y producción. Esto se consigue estableciendo las tarifas de la RAP en función de criterios como el diseño para el reciclaje y el porcentaje de fibras recicladas utilizadas. Por ejemplo, los textiles fabricados con un solo material incurren en tarifas más reducidas, mientras que aquellos con componentes complejos o un bajo contenido de fibra reciclada incurren en tarifas más altas para cubrir los costes de gestión de residuos y reciclaje.

A medida que la población mundial crezca y se desarrollen los países de ingresos bajos, la contaminación por plásticos seguirá aumentando a menos que se tomen medidas audaces y rápidas. Los programas de RAP bien regulados son una herramienta poderosa y reconocida con el potencial de reducir drásticamente la contaminación, hoy mismo.