Sistemas de depósito, devolución y retorno

Los sistemas de depósito, devolución y retorno de alto rendimiento aceleran considerablemente la circularidad de los envases de bebidas, como las botellas de plástico y las latas de aluminio, con tasas de recuperación del 90 % y superiores.
Portada del folleto: Sistemas de depósito, devolución y retorno de un vistazo

Sistemas de depósito, devolución y retorno de un vistazo

Los sistemas de depósito, devolución y retorno aportan valor a los residuos, incentivando a los consumidores a contribuir a la economía circular. Descubra las ventajas.

Vídeo explicativo: ¿Qué es un sistema depósito, devolución y retorno? 

Los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR), también conocidos sistemas de reembolso de depósitos, son una solución probada para abordar la basura generada por los residuos de embalajes de consumo.

¿Qué es un sistema de depósito, devolución y retorno? Versión extendida

En este vídeo extendido, aprenderá cómo funcionan los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR), cómo se financian, cómo pueden ayudar a resolver la contaminación por plásticos procedente de residuos de embalajes de consumo, aumentar las tasas de reciclaje y la circularidad de los reciclados aptos para uso alimentario, entre otros aspectos.

Portada del folleto: Sistema de depósito, devolución y retorno

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Los sistemas de depósito, devolución y retorno desempeñan un papel fundamental a la hora de evitar que botellas y latas terminen en los océanos, las calles o los vertederos, al ofrecer un incentivo económico para que los consumidores devuelvan los envases usados para su reciclaje.

La demanda de latas y botellas de un solo uso sigue creciendo cada año. La mayoría de estos envases se utilizan una sola vez antes de ser desechados, generando residuos que contribuyen a la contaminación por plásticos. Los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) desempeñan un papel fundamental en la prevención de este problema, contribuyendo a impulsar una economía circular al hacer que el reciclaje de botellas y latas sea tanto sencillo como gratificante.

¿Por qué los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) con devolución en el punto de venta mejoran la eficacia de dichos sistemas?

Los sistemas de depósito, devolución y retorno basados en el modelo de devolución en el punto de venta son fundamentales para lograr tasas de retorno más elevadas, especialmente cuando se combinan con tecnología automatizada.

TOMRA Talks Circular

Escuche a expertos del sector en nuestro pódcast, cuyo objetivo es generar un cambio real a través de conversaciones reales.

 

Michael Löwe

Michael Löwe

El SDDR está en auge: Parte 1

Michael Löwe

Michael Löwe

El SDDR está en auge: Parte 2

Pauline Bergan

Pauline Bergan

El lado digital de los SDDR

Mike Noel

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¿Pueden la RAP y los sistemas de depósito, devolución y retorno ser prácticos para los consumidores?

Harald Henriksen

Harald Henriksen

Establecer el estándar de referencia: Sistema de depósito, devolución y retorno pionero de Lituania

Wolfgang Ringel

Wolfgang Ringel

Cambiar la cultura del uso y descarte, un envase de bebida cada vez

¿Cómo funcionan los sistemas de depósito, devolución y retorno?

Los sistemas de depósito, devolución y retorno de envases funcionan añadiendo un depósito al precio de la bebida, que se reembolsa al consumidor cuando devuelve la botella o lata vacía para su reciclaje. La idea es imaginar que se compra la bebida, pero se pide prestado el envase. Posteriormente, los distribuidores de bebidas se encargan de la recogida y del reciclaje final de los envases.

Estos programas también se conocen como sistemas de depósito de envases o leyes de retorno de botellas. Los sistemas de depósito, devolución y retorno suelen establecerse mediante legislación aprobada por gobiernos regionales o nacionales.


¿Por qué tienen éxito los sistemas de depósito, devolución y retorno?

Los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) ofrecen un incentivo económico para devolver los envases de bebidas. Esto transmite la idea de que los envases tienen un valor,, en lugar de ser simples residuos. Se ha demostrado que los SDDR reducen os residuos de envases de bebidas entre un 30 y un 84 %, dependiendo del valor del depósito. Mientras que la tasa de reciclaje de EE. UU. se ha estancado durante décadas alrededor del 34 %, los sistemas de depósito, devolución y retorno de alto rendimiento recogen de forma habitual el 90 % o más de los envases para su reciclaje.

Al separar botellas y latas para su reciclaje mediante un sistema de depósito, los envases de bebidas se recogen sin contaminación de otros tipos de residuos presentes en el contenedor de reciclaje doméstico. Esto significa que los envases se pueden reciclar en botellas y latas nuevas (en lugar de destinarse a usos de menor calidad como cobertura de vertederos), lo que reduce la dependencia de las materias primas para producir nuevos envases de bebidas. Esto se conoce como reciclaje de circuito cerrado, lo que TOMRA llama mantener los materiales en el ciclo limpio.

Sistemas de depósito, devolución y retorno «¿Y si...?»

¿Qué pasa si el problema de la contaminación de nuestros barrios, ríos y océanos con botellas y latas es en realidad el resultado de sistemas de gestión de residuos mal diseñados?

¿Qué pueden aportar los sistemas de depósito, devolución y retorno?

Cuando una botella se devuelve a una máquina de vending inverso, a menudo como parte de un sistema de depósito, devolución y retorno, se puede reciclar para convertirse en otra botella de plástico. Los sistemas de depósito, devolución y retorno dan respuesta a la necesidad de combatir la contaminación por plásticos, aumentar las tasas de reciclaje y dejar atrás el modelo lineal tradicional de producir-usar-desechar, apostando por una economía circular. Se ha demostrado que los sistemas de depósito, devolución y retorno combaten la basura, reducen costes, generan empleos verdes y aportan beneficios tanto sociales como económicos.

Sistemas de depósito, devolución y retorno en todo el mundo

Más de 40 regiones en todo el mundo operan un sistema de depósito, devolución y retorno. Entre ellas se encuentran Noruega, Alemania, Lituania, varios estados australianos, diez estados de Estados Unidos y casi todo Canadá. Regiones como Escocia, Inglaterra y Gales, Portugal y otros estados de Australia tienen previsto implantar sistemas de depósito, devolución y retorno en los próximos años.

En todo el mundo aumentan los llamamientos para que otros países sigan su ejemplo. y en 2017 el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente instó a los Estados a implantar sistemas de depósito, devolución y retorno. La Directiva sobre plásticos de un solo uso de la Unión Europea establece como objetivo que los Estados miembros recojan el 90 % de todas las botellas de plástico para 2029, un reto que, según los expertos, es difícil de alcanzar sin un sistema de depósito, devolución y retorno.

Infografía sobre sistemas de depósito, devolución y retorno

Consulte a continuación las infografías que ilustran los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR).

Cómo la comodidad contribuye al alto rendimiento de los sistemas de depósito, devolución y retorno

Explore en profundidad cómo los sistemas de alto rendimiento facilitan la devolución de los envases y por qué la comodidad es clave para un SDDR eficaz.

TOMRA apoya activamente el tratado internacional contra la contaminación por plásticos y considera que, para obtener los máximos resultados, los SDDR deben incluirse en el acuerdo.

El 2 de marzo de 2022, más de 170 estados respaldaron el inicio de las negociaciones para un tratado de la ONU jurídicamente vinculante contra la contaminación por plásticos. Un acuerdo a nivel mundial que abordará todo el ciclo de vida del plástico, desde su diseño y producción hasta la gestión de residuos. Este es un paso histórico en el camino para evitar una catástrofe medioambiental, pero no será el último.

En TOMRA, creemos que estas negociaciones deben incluir medidas eficaces para evitar que los embalajes de plástico acaben abandonados en el entorno, incinerados o enterrados en vertederos. Los sistemas de depósito, devolución y retorno de alto rendimiento aceleran considerablemente la circularidad de los envases de bebidas, como las botellas de plástico y las latas de aluminio, con tasas de recuperación del 90 % y superiores. Por lo tanto, estos sistemas superan con creces a muchas otras medidas a la hora de mantener el plástico en circulación y fuera del medio ambiente.

Y los envases de bebidas son la forma más común y extendida de contaminación por plásticos. La demanda de estos envases no muestra signos de desaceleración pero, aunque no existe una solución única para abordar el problema, sí contamos con un enfoque holístico que podemos aplicar. Un enfoque que incluye soluciones probadas, innovación tecnológica y un marco jurídico internacional específico que facilite la participación global.
El SDDR nos permite acelerar la transición hacia una economía circular en la que los envases de bebidas usados no son residuos, sino que se mantienen en circulación el mayor tiempo posible y se reincorporan al sistema una y otra vez. El SDDR no solo evita la basura y reduce el uso de materias primas en los envases de bebidas, sino que además recompensa a los consumidores por su participación. Todos ganamos.
Los consumidores están dejando atrás la cultura del usar y tirar y de los plásticos de un solo uso. Los sectores industriales y las empresas de gestión de residuos consideran ahora los residuos como un recurso con potencial para generar nuevas vías de ingresos. La sociedad y los mercados comprenden y apoyan los esfuerzos para mantener los materiales en el circuito el mayor tiempo posible.

Devolución incentivada → mayor recogida

El SDDR funciona añadiendo un depósito al precio de una botella o lata de bebida. Incentivos como este indican a los consumidores que sus envases tienen valor. La recompensa económica también aumenta las probabilidades de que los consumidores devuelvan sus envases usados. Una vez devueltos los envases, los distribuidores de bebidas pueden garantizar su correcta recogida y reciclaje. El éxito de un sistema de este tipo depende del valor del depósito. Cuanto mayor sea el depósito, mayores serán las probabilidades de devolución.

Recogida separada de botellas y latas de plástico → sin contaminación

A través de un SDDR, las botellas y latas se separan para su reciclaje mediante máquinas de vending inverso (dispositivos fáciles de usar, equipados con sensores avanzados que reconocen las propiedades únicas de los envases y evitan fraudes en el sistema). Gracias a ello, los envases de bebidas se recogen sin contaminación de otros tipos de residuos que suelen encontrarse en los contenedores de reciclaje doméstico.

Sin contaminación → reciclaje botella a botella

Sin contaminación, los envases pueden reciclarse de forma mucho más eficiente en nuevas botellas y latas. De este modo, el SDDR proporciona a la industria de las bebidas, que tiene dificultades para fabricar envases con mayor contenido de reciclado debido a la escasez de material reciclado de alta calidad y apto para uso alimentario, los recursos óptimos para la reproducción de nuevos envases.

De hecho, cuanto mayor sea la tasa de recogida, mayor será la calidad de los materiales que permanecen en el circuito y más veces se podrá utilizar el material en nuevos envases. Por cada 100 botellas vírgenes producidas, un SDDR con una tasa de recogida del 90 % permite producir un total de 208 botellas. En Alemania, la tasa de recogida se sitúa en el 98 %.

Más reciclaje botella a botella → menor dependencia de materias primas

Al producirse más botellas a partir de material reciclado, la cantidad de materias primas utilizadas se reduce considerablemente, lo que disminuye nuestra dependencia de estos recursos para fabricar nuevos envases de bebidas.

Menos materias primas utilizadas → menos emisiones de CO2

Las botellas y latas recicladas tienen una

huella de carbono mucho menor que

aquellas fabricadas a partir de materias primas. De

hecho, el reciclaje ahorra hasta un 80 % de

la energía utilizada para extraer y procesar

materias primas. Cuando los materiales reciclados sustituyen a las materias primas en la fabricación de envases,

las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción de nuevos

envases de bebidas se reducen significativamente.

La realidad es que las normativas no están coordinadas entre países y carecen de un enfoque centrado en todo el ciclo de vida de los plásticos. Además, muchos de los grandes contaminadores no cuentan con ninguna regulación todavía. Al mismo tiempo, las empresas se enfrentan a un panorama normativo fragmentado e impredecible lo que dificulta una planificación eficaz y una actuación eficiente. No existen normas o políticas globales uniformes que guíen a la industria. Eso debe cambiar para que el SDDR sea aún más eficaz.

La inclusión en el Tratado de la ONU:

1. Ofrecería definiciones claras de términos clave (por ejemplo: embalaje, un solo uso, reciclable, reutilizable, etc.).

2. Establecería normas claras y métricas de cumplimiento (por ejemplo: informes transparentes, medición de avances, recopilación de datos, etc.) a lo largo de toda la cadena de valor.

3. Definiría objetivos claros y planes de acción coordinados a lo largo de toda la cadena de valor del plástico.

4. Garantizaría la participación global, desde los propietarios de marcas hasta los consumidores.